lunes, 6 de abril de 2009

Un Gobierno sin escrúpulos

Me siento indignada ante la siguiente publicación echa en la edición digital El Día donde dice:

El Gobierno de Canaria prepara un decreto que fomenta las antenas de telefonía móvil.

El Ejecutivo Canario aboga por “promover la instalación de los medios que mejoren la efectividad de la comunicaciones” y las operadoras los apoyan.

Con la publicación en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) del proyecto de decreto por el que se acuerda iniciar el procedimiento de elaboración de las directrices de ordenación de las telecomunicaciones, el Gobierno de Canarias añade leña al fuego que desde hace varios años enfrenta a numerosos grupos vecinales y a las compañías de telefonía móvil por la colocación de antenas de gran potencia en los núcleos urbanos, ya que, entre otros criterios reguladores, se apuesta por "promover la instalación de líneas de alta capacidad, servicios de banda ancha y otros medios de mejora de la efectividad de las comunicaciones".

Además, velará porque en los suelos destinados a actividades productivas y los estratégicos se incluyan estos elementos radioeléctricos en la planificación, aunque también alude a que la leyes de edificaciones y viviendas introduzcan estas infraestructuras como propias de la urbanización, de manera que los edificios estén preparados desde su construcción para albergar estos dispositivos.

Asimismo, establece como objetivo "asegurar el desarrollo de la sociedad canaria y de su entorno económico y social garantizando el acceso de calidad por parte de ciudadanos y empresas a los servicios actuales y futuros de nuevas tecnologías de la información y la comunicación, garantizando para ello la cobertura de las telecomunicaciones en todas las islas por igual".

Me pregunto; ¿El Gobierno de Canaria cumple los artículos de la Constitución o hace lo que le vienen en ganas?

Porque en el artículo 43 de La Constitución reconoce el derecho a la protección de la salud.

Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La Ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto.

Sr. Don Paulino Rivero Baute. Estoy segura que usted no tiene ninguna antena de telefonía móvil en el edificio de su casa. Y tampoco la colocaría en un edificio público, porque saben las consecuencias de la misma.

Me gustaría saber, ¿Qué tanto por ciento de beneficio va a obtener? Porque un decreto así, el pueblo no le va a dar tiempo de disfrutar de las ventajas de las nuevas tecnologías, sino de enfermarse más rápidamente.

Le digo al Pueblo Canario; que no dejemos que esto ocurra. Que luchemos juntos. Intentar no vivir rodeados de antenas como si de una cárcel se tratara, y llegar

a sentirnos como nuestras vidas se nos acortan cada vez más.

12-09-2008

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