lunes, 6 de abril de 2009

Tenerife: Alegría por la retirada de una antena

EL DÍA

SÁBADO, 6 DE SEPTIEMBRE DE 2008

Alegría en Barranco Grande por la retirada de una polémica antena de telefonía

TACHI IZQUIERDO, Tenerife

Los vecinos de la calle Petiazul, del barrio de Barranco Grande, se despertaban ayer "con la mejor noticia de los últimos seis años", ya que después de un ardua lucha contra la instalación de una antena de telefonía móvil en la azotea de una vivienda de la zona, pudieron comprobar cómo los operarios empezaban ayer, viernes, a desmontar los equipamientos de transmisión.

La alegría era desbordante desde primeras horas, y celebraron con champán por lo que calificaron como "un día memorable", ya que pusieron de manifiesto que "por fin se acabaron nuestras preocupaciones".

Vicente Castro, que reside junto a la vivienda donde se instaló la estación de telefonía, aseguraba que "sólo nos han faltado los voladores para completar este día de alegría", aunque sin ocultar que a lo largo de estos años "también hay que lamentar que han muerto cinco de nuestros vecinos, entre ellos, mi hija, de 40 años de edad".

Castro asegura que de los 40 vecinos que "vivíamos en esta calle de apenas 70 metros de largo, ya sólo quedamos 18", pues explicó que ante la aparición de enfermedades y diferentes molestias en los últimos años, "muchos decidieron marcharse".

El motivo que explicó este vecino para que se procediera a la retirada de estas instalaciones "es que la licencia que se concedió para que se instalara la antena era en precario, y ya se han cumplido sus plazos".

No obstante, aplaudieron la decisión de la operadora de telefonía, pues comentó que "ha decidido retirar sus equipos incluso antes de que llegara la fecha tope, que era el 4 de octubre próximo".

En este sentido, fuentes cercanas a la operación de retirada de esta antena reconocieron ayer que las dificultades radicaban en "los trámites burocráticos de la vivienda donde estaba instalada", aunque precisaron que, en cuanto a los aspectos técnicos, "se cumplía con todos los requisitos que exigen todas las administraciones".

Pese a que esta decisión pueda parecer una victoria de los vecinos, las operadoras siguen insistiendo en que este tipo de transmisores, de la serie 1.800, de la empresa Orange, sólo emiten con una potencia de 5 vatios, "la misma que genera el teléfono móvil cuando lo estamos utilizando", indicaba ayer un especialista.

Futuros perdidos

Pese a las discrepancias sobre los efectos de estas instalaciones para su entorno, los vecinos no ocultaban "la inmensa alegría por ver cómo se desmonta la antena", aunque también reconocían que la satisfacción "es a medias, porque no podemos olvidar las consecuencias que quedan atrás, máxime cuando hay vidas por medio".

Vicente Castro, que consideró que esta medida era fruto de la lucha vecinal, señaló que este acto "va a ser el punto de partida para que detrás de esta instalación vayan cayendo las demás", pues aseveró que "con esta antena se les ha quitado el futuro a muchas personas".

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